El Quillay es un árbol endémico de la Zona Central de Chile. Crece principalmente en la cordillera de los Andes, en el valle central y en la cordillera de la Costa. Su nombre científico es Quillaja saponaria y pertenece a la familia Quillajaceae.
Desde tiempos ancestrales, las comunidades indígenas Mapuche han utilizado este árbol como agente limpiador, especialmente como champú y acondicionador. Así mismo, se ha documentado su uso por los Chamanes de Latinoamérica como elemento curativo para combatir enfermedades respiratorias, reumáticas y digestivas, así como afecciones de la piel. En lengua Mapuzungún, esta joya botánica fue llamada Küllay que traduce “Arbusto de Jabón”.
Sus flores son apetecidas por las abejas, que visitan estos árboles siempreverdes desde octubre hasta enero en busca de polen y néctar. Así mismo por su perfume y su follaje brillante, se le considera un árbol de importante valor ornamental y se encuentra con frecuencia en plazas y jardines.
De su corteza oscura y agrietada, se obtiene un extracto que es utilizado como detergente natural, gracias a su alta concentración de Saponinas. Las Saponinas son sustancias que al contacto con el agua forman espuma y permiten mezclar sustancias que normalmente no son compatibles, como el agua y la grasa. Estas Saponinas también poseen propiedades antifúngicas, antibacterianas y pesticidas, razón por la cual es costumbre intercalar árboles de Quillaja en cultivos frutales, por su cualidad protectora.
Nos enamoramos de esta planta por su poder emoliente y calmante, cuida con delicadeza de las pieles más sensibles. Por eso el extracto de Quillaja Saponaria es uno de los ingredientes que componen la formulación de nuestros Jabones Líquidos. Sus propiedades limpiadoras naturales y su deliciosa espuma arrastra suavemente la suciedad de la piel permitiendo una limpieza máxima sin sensación de tirantez: una irresistible indulgencia para disfrutar todos los días.
El Quillay es un árbol endémico de la Zona Central de Chile. Crece principalmente en la cordillera de los Andes, en el valle central y en la cordillera de la Costa. Su nombre científico es Quillaja saponaria y pertenece a la familia Quillajaceae.
Desde tiempos ancestrales, las comunidades indígenas Mapuche han utilizado este árbol como agente limpiador, especialmente como champú y acondicionador. Así mismo, se ha documentado su uso por los Chamanes de Latinoamérica como elemento curativo para combatir enfermedades respiratorias, reumáticas y digestivas, así como afecciones de la piel. En lengua Mapuzungún, esta joya botánica fue llamada Küllay que traduce “Arbusto de Jabón”.
Sus flores son apetecidas por las abejas, que visitan estos árboles siempreverdes desde octubre hasta enero en busca de polen y néctar. Así mismo por su perfume y su follaje brillante, se le considera un árbol de importante valor ornamental y se encuentra con frecuencia en plazas y jardines.
De su corteza oscura y agrietada, se obtiene un extracto que es utilizado como detergente natural, gracias a su alta concentración de Saponinas. Las Saponinas son sustancias que al contacto con el agua forman espuma y permiten mezclar sustancias que normalmente no son compatibles, como el agua y la grasa. Estas Saponinas también poseen propiedades antifúngicas, antibacterianas y pesticidas, razón por la cual es costumbre intercalar árboles de Quillaja en cultivos frutales, por su cualidad protectora.
Nos enamoramos de esta planta por su poder emoliente y calmante, cuida con delicadeza de las pieles más sensibles. Por eso el extracto de Quillaja Saponaria es uno de los ingredientes que componen la formulación de nuestros Jabones Líquidos. Sus propiedades limpiadoras naturales y su deliciosa espuma arrastra suavemente la suciedad de la piel permitiendo una limpieza máxima sin sensación de tirantez: una irresistible indulgencia para disfrutar todos los días.
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