Nos encanta colaborar con personas que admiramos y con quien compartimos visiones. Les presentamos a Alejandra Hernandez Ávila, nuestra #AmigaLdS con quien trabajamos en una sorpresa para el #MesdelaMadre.
La artistacolombiana nos comparte un poco de su vida, su trabajo y sus procesos creativos. La pintura y el dibujo han sido sus principales medios. Escenas de la vida cotidiana, sumadas a la fascinación por los detalles y una exquisita sensibilidad, resultan en una obra brillante y floreciente. Sus retratos en vivo con paletas de color atrevidas y su vínculo con la naturaleza nos inspiran.
¿Cuál es el tu primer recuerdo de fascinarte por el mundo del arte?
De manera consciente creo que fue durante mi adolescencia, empecé a acercarme mucho al cine, a la música, me gustaba mucho la ilustración también, y eso me llevó a empezar a conocer sobre artistas, pintores, muralistas, gente que estaba haciendo cosas muy interesantes en esa época como fanzines, gráfica popular… ver lo que estaban haciendo en las calles, creo que ahí comenzó esa exploración.
Naturalmente fui formando una identidad muy arraigada al hecho de dibujar, pintar y crear mundos imaginarios y desde muy joven me involucré con el retrato en vivo.
¿Cuáles son tus mayores fuentes de inspiración?
Creo firmemente en que todo puede ser fuente de inspiración, creo que eso ha variado según la etapa de la vida en la que me encuentre. En este momento definitivamente mi hija, mi familia, la vida en el campo, los sueños.
¿Qué papel juegan las mujeres en tu arte y cuál es tu relación con ellas?
Siempre he buscado narrar historias mediante imágenes. Siendo mujer, en su multiplicidad de significados, el querer narrar desde una perspectiva “femenina” fue algo muy natural. Las mujeres que pinto son personas con las que resueno de alguna manera, son distintos arquetipos por los que atravesamos en momentos distintos de la vida, a veces estas mujeres me inspiran, a veces me confrontan, siempre pintarlas es un proceso de conocerlas y de reconocerme en ellas.
A menudo pintas flores. ¿Qué te fascina de ellas?
Me fascina todo acerca de ellas, la vida que emanan, la creatividad que hay en cada forma, textura, colores, la abundancia que reflejan, me encanta cuando crecen salvajes en cualquier esquina, sus ciclos a través del año.
En tu arte te concentras mucho en las actividades de la vida cotidiana…
Creo que todo sucede en ciclos, hay momentos en los que necesito más introspección, mirar hacia adentro, pienso en espacios domésticos y en maneras de irrumpir en la vida cotidiana para darle un halo de ambigüedad. También mediante el retrato me adentro en la vida cotidiana de las personas que se sientan en frente mío, me interesa retratar los espacios que habitan, los objetos que las/los acompañan, para darles su espacio y para construir constelaciones narrativas dentro de la pintura.
¿Ves la creación de arte como una forma de autoexpresión y autocuidado? ¿Sigues algunos rituales que te ayudan a sentirte conectada a la tierra?
Totalmente. Cuando puedo pintar siento que mi día estuvo completo, necesito darle espacio para poder expresar tantas cosas que llevo dentro, cosas que muchas veces no reconozco conscientemente, es importante crear en la vida, de cualquier manera, a veces pintando, a veces cocinando, escribiendo, dándome un masaje, consintiéndome. Es cuestión de encontrar espacios para una misma, espacios donde se pueda estar presente. En cuanto a rituales, creo que la meditación es clave, mover el cuerpo, poner los pies descalzos sobre la tierra y tomar el sol así sea por un ratico al día, salir a caminar cuando se puede.
Un aroma.
El pelo de mi bebé
Un Lugar.
La montaña
Un Momento.
La luz rosada del atardecer
Nos emociona revelar que estamos preparando una sorpresa con Alejandra para el mes de las madres, no pierdas el hilo y ¡Mantente al tanto en Loto del Sur!
Nos encanta colaborar con personas que admiramos y con quien compartimos visiones. Les presentamos a Alejandra Hernandez Ávila, nuestra #AmigaLdS con quien trabajamos en una sorpresa para el #MesdelaMadre.
La artista colombiana nos comparte un poco de su vida, su trabajo y sus procesos creativos. La pintura y el dibujo han sido sus principales medios. Escenas de la vida cotidiana, sumadas a la fascinación por los detalles y una exquisita sensibilidad, resultan en una obra brillante y floreciente. Sus retratos en vivo con paletas de color atrevidas y su vínculo con la naturaleza nos inspiran.
¿Cuál es el tu primer recuerdo de fascinarte por el mundo del arte?
De manera consciente creo que fue durante mi adolescencia, empecé a acercarme mucho al cine, a la música, me gustaba mucho la ilustración también, y eso me llevó a empezar a conocer sobre artistas, pintores, muralistas, gente que estaba haciendo cosas muy interesantes en esa época como fanzines, gráfica popular… ver lo que estaban haciendo en las calles, creo que ahí comenzó esa exploración.
Naturalmente fui formando una identidad muy arraigada al hecho de dibujar, pintar y crear mundos imaginarios y desde muy joven me involucré con el retrato en vivo.
¿Cuáles son tus mayores fuentes de inspiración?
Creo firmemente en que todo puede ser fuente de inspiración, creo que eso ha variado según la etapa de la vida en la que me encuentre. En este momento definitivamente mi hija, mi familia, la vida en el campo, los sueños.
¿Qué papel juegan las mujeres en tu arte y cuál es tu relación con ellas?
Siempre he buscado narrar historias mediante imágenes. Siendo mujer, en su multiplicidad de significados, el querer narrar desde una perspectiva “femenina” fue algo muy natural. Las mujeres que pinto son personas con las que resueno de alguna manera, son distintos arquetipos por los que atravesamos en momentos distintos de la vida, a veces estas mujeres me inspiran, a veces me confrontan, siempre pintarlas es un proceso de conocerlas y de reconocerme en ellas.
A menudo pintas flores. ¿Qué te fascina de ellas?
Me fascina todo acerca de ellas, la vida que emanan, la creatividad que hay en cada forma, textura, colores, la abundancia que reflejan, me encanta cuando crecen salvajes en cualquier esquina, sus ciclos a través del año.
En tu arte te concentras mucho en las actividades de la vida cotidiana…
Creo que todo sucede en ciclos, hay momentos en los que necesito más introspección, mirar hacia adentro, pienso en espacios domésticos y en maneras de irrumpir en la vida cotidiana para darle un halo de ambigüedad. También mediante el retrato me adentro en la vida cotidiana de las personas que se sientan en frente mío, me interesa retratar los espacios que habitan, los objetos que las/los acompañan, para darles su espacio y para construir constelaciones narrativas dentro de la pintura.
¿Ves la creación de arte como una forma de autoexpresión y autocuidado? ¿Sigues algunos rituales que te ayudan a sentirte conectada a la tierra?
Totalmente. Cuando puedo pintar siento que mi día estuvo completo, necesito darle espacio para poder expresar tantas cosas que llevo dentro, cosas que muchas veces no reconozco conscientemente, es importante crear en la vida, de cualquier manera, a veces pintando, a veces cocinando, escribiendo, dándome un masaje, consintiéndome. Es cuestión de encontrar espacios para una misma, espacios donde se pueda estar presente. En cuanto a rituales, creo que la meditación es clave, mover el cuerpo, poner los pies descalzos sobre la tierra y tomar el sol así sea por un ratico al día, salir a caminar cuando se puede.
Un aroma.
El pelo de mi bebé
Un Lugar.
La montaña
Un Momento.
La luz rosada del atardecer
Nos emociona revelar que estamos preparando una sorpresa con Alejandra para el mes de las madres, no pierdas el hilo y ¡Mantente al tanto en Loto del Sur!
Foto de Portada por Cristina Salgar.
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