En Loto del Sur, hablar de mujeres es hablar de emprendimiento. Este mes queremos hacer honor a las tantas historias de mujeres emprendedoras comenzando con la historia detrás de Loto del Sur.
Para quienes no la conocen ella es Johana Sanint, nuestra CEO y fundadora; una arquitecta con alma de perfumista. Johana nació en Bogotá, en una atmósfera bañada por la arquitectura y la perfumería.
Su abuelo materno, holandés y representante de la casa de fragancias Pollac, viajaba por el mundo abriendo mercados. En una de sus travesías por Latinoamérica conoció a Elvira, su amor por ella y la fascinación que sentía por el trópico cambiaron su rumbo y aquí se quedó. Fue él quien inició muy temprano la nariz de Johana, jugando con ella a identificar aromas y narrando sus historias de viajes.
Su papá, arquitecto y pensador, le transmitió la pasión por la arquitectura y el buen diseño, el amor por la naturaleza y los placeres simples: saber detener el tiempo para observar las cosas pequeñas, mirar cómo está el cielo, descifrar el color profundo de una flor, dedicar tiempo a un atardecer… Una vida enriquecida por la búsqueda de la belleza, la sorpresa y por una reflexión profunda sobre el continente americano, como una invitación a re-descubrirlo.
Emprendedora innata y arquitecta recién graduada, Johana sentía que lo suyo estaba en conjugar esos dos legados. Fue así como se interesó en los métodos artesanales de la extracción de perfumes y la fabricación de jabones vegetales. Montó un taller en la casa de sus padres y experimentó con plantas y aceites hasta dar con la formula perfecta de los jabones procesados en frío.
Con una minuciosa atención a los detalles y una singular vena comercial, Johana trabajó en los empaques, la presentación, los habladores, las fotografías y comenzó a vender sus jabones en ferias artesanales. En el año 1999, co-fundó La Jabonería con Tania Bermudez, los primeros pasos de lo que hoy es LOTO del SUR.
En Loto del Sur, hablar de mujeres es hablar de emprendimiento. Este mes queremos hacer honor a las tantas historias de mujeres emprendedoras comenzando con la historia detrás de Loto del Sur.
Para quienes no la conocen ella es Johana Sanint, nuestra CEO y fundadora; una arquitecta con alma de perfumista. Johana nació en Bogotá, en una atmósfera bañada por la arquitectura y la perfumería.
Su abuelo materno, holandés y representante de la casa de fragancias Pollac, viajaba por el mundo abriendo mercados. En una de sus travesías por Latinoamérica conoció a Elvira, su amor por ella y la fascinación que sentía por el trópico cambiaron su rumbo y aquí se quedó. Fue él quien inició muy temprano la nariz de Johana, jugando con ella a identificar aromas y narrando sus historias de viajes.
Su papá, arquitecto y pensador, le transmitió la pasión por la arquitectura y el buen diseño, el amor por la naturaleza y los placeres simples: saber detener el tiempo para observar las cosas pequeñas, mirar cómo está el cielo, descifrar el color profundo de una flor, dedicar tiempo a un atardecer… Una vida enriquecida por la búsqueda de la belleza, la sorpresa y por una reflexión profunda sobre el continente americano, como una invitación a re-descubrirlo.
Emprendedora innata y arquitecta recién graduada, Johana sentía que lo suyo estaba en conjugar esos dos legados. Fue así como se interesó en los métodos artesanales de la extracción de perfumes y la fabricación de jabones vegetales. Montó un taller en la casa de sus padres y experimentó con plantas y aceites hasta dar con la formula perfecta de los jabones procesados en frío.
Con una minuciosa atención a los detalles y una singular vena comercial, Johana trabajó en los empaques, la presentación, los habladores, las fotografías y comenzó a vender sus jabones en ferias artesanales. En el año 1999, co-fundó La Jabonería con Tania Bermudez, los primeros pasos de lo que hoy es LOTO del SUR.
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