Durante siglos las velas fueron utilizadas únicamente como fuentes de iluminación. Fue sólo hasta la Edad Moderna en Francia cuando se comenzó a mezclar artesanalmente la cera con los perfumes, convirtiendo las velas tradicionales en accesorios para perfumar y decorar.
Retomando este oficio y tras una investigación rigurosa extendida por más de 18 años, en Loto del Sur hemos logrado convertirnos en maestros del arte de la cerería, hallando la combinación perfecta entre ceras, pabilos y los más refinados perfumes para crear una experiencia que transforma tus espacios y te transporta a otros lugares a través de aromas envolventes.
Nuestro proceso de fabricación inicia con la formulación. Seleccionamos minuciosamente seis tipos diferentes de ceras y las fundimos para formar una base perfecta. Nuestros pabilos, elaborados 100% de algodón y libres de zinc, garantizan la quema homogénea y constante de las velas dándole la mayor importancia a la experiencia olfativa. Trabajamos con maestros perfumistas en la composición de aromas que invitan a redescubrir la riqueza botánica del continente americano, sus tradiciones y su cultura.
Preparación de los vasos. Cada detalle del proceso es decisivo para lograr que nuestras velas brinden una experiencia extraordinaria. Es primordial asegurarse de que el pabilo se mantendrá firme y centrado de principio a fin, por eso el primer paso es adherirlo inamovible a nuestros vasos icónicos en vidrio soplado que hemos desarrollado junto a extraordinarios maestros vidrieros.
Preparación de la mezcla. Para asegurar una perfecta formulación y que nuestras velas tengan siempre el mismo poder y calidad, pesamos con exactitud nuestras materias primas y medimos constantemente la temperatura de cada etapa del proceso. La destreza y exactitud de nuestras maestras cereras nos permite fabricar velas artesanales en lotes pequeños y así garantizar su calidad y singularidad.
Calentamos la cera hasta alcanzar la temperatura ideal para fundir cada componente en una mezcla homogénea, perfecta para adicionar el perfume y conservar las características originales de su aroma.
Vertido y centrado de los pabilos. Vertemos cuidadosamente la mezcla en el envase y centramos uno a uno los pabilos antes de dejar secar. Luego de nivelar la superficie de la vela con calor para que quede perfectamente lisa, cortamos el pabilo dejándolo a una altura de un centímetro; altura que garantiza un quemado perfecto y homogéneo.
El tiempo termina la labor. El ensamblaje perfecto de los ingredientes continua en el cuarto de secado, donde nuestras velas permanecen dos semanas permitiendo que su fragancia se funda y se fije.
Empaque y mimo. Finalmente, con el cuidado por los detalles que caracteriza a Loto del Sur, cada vela es empacada como una pieza artesanal de colección.
Durante siglos las velas fueron utilizadas únicamente como fuentes de iluminación. Fue sólo hasta la Edad Moderna en Francia cuando se comenzó a mezclar artesanalmente la cera con los perfumes, convirtiendo las velas tradicionales en accesorios para perfumar y decorar.
Retomando este oficio y tras una investigación rigurosa extendida por más de 18 años, en Loto del Sur hemos logrado convertirnos en maestros del arte de la cerería, hallando la combinación perfecta entre ceras, pabilos y los más refinados perfumes para crear una experiencia que transforma tus espacios y te transporta a otros lugares a través de aromas envolventes.
Nuestro proceso de fabricación inicia con la formulación. Seleccionamos minuciosamente seis tipos diferentes de ceras y las fundimos para formar una base perfecta. Nuestros pabilos, elaborados 100% de algodón y libres de zinc, garantizan la quema homogénea y constante de las velas dándole la mayor importancia a la experiencia olfativa. Trabajamos con maestros perfumistas en la composición de aromas que invitan a redescubrir la riqueza botánica del continente americano, sus tradiciones y su cultura.
Preparación de los vasos. Cada detalle del proceso es decisivo para lograr que nuestras velas brinden una experiencia extraordinaria. Es primordial asegurarse de que el pabilo se mantendrá firme y centrado de principio a fin, por eso el primer paso es adherirlo inamovible a nuestros vasos icónicos en vidrio soplado que hemos desarrollado junto a extraordinarios maestros vidrieros.
Preparación de la mezcla. Para asegurar una perfecta formulación y que nuestras velas tengan siempre el mismo poder y calidad, pesamos con exactitud nuestras materias primas y medimos constantemente la temperatura de cada etapa del proceso. La destreza y exactitud de nuestras maestras cereras nos permite fabricar velas artesanales en lotes pequeños y así garantizar su calidad y singularidad.
Calentamos la cera hasta alcanzar la temperatura ideal para fundir cada componente en una mezcla homogénea, perfecta para adicionar el perfume y conservar las características originales de su aroma.
Vertido y centrado de los pabilos. Vertemos cuidadosamente la mezcla en el envase y centramos uno a uno los pabilos antes de dejar secar. Luego de nivelar la superficie de la vela con calor para que quede perfectamente lisa, cortamos el pabilo dejándolo a una altura de un centímetro; altura que garantiza un quemado perfecto y homogéneo.
El tiempo termina la labor. El ensamblaje perfecto de los ingredientes continua en el cuarto de secado, donde nuestras velas permanecen dos semanas permitiendo que su fragancia se funda y se fije.
Empaque y mimo. Finalmente, con el cuidado por los detalles que caracteriza a Loto del Sur, cada vela es empacada como una pieza artesanal de colección.
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