Ellas merecen todo un jardín.

Este mes celebramos a todas las mamás y mujeres extraordinarias que nos han cuidado y cultivado con amor y paciencia. Ellas son nuestras jardineras maestras, expertas en regarnos, cultivarnos y enseñarnos con cariño todo lo necesario para florecer.

El cuidado de un jardín refleja pasión y dedicación al igual que el amor incondicional de una madre. Por eso queremos agradecerles con todo el poder del Jardín de los Andes para que cuiden de sí mismas revitalizando su piel naturalmente. 

Inspirados en la naturaleza, en las flores y en su esencia, nos sumergimos en el Jardín Secreto de Don Eloy, un lugar extraordinario donde todo florece. Luego, escogimos y seleccionamos varias flores con diferentes poderes para combinarlas de la manera adecuada y crear nuestro Rocío Facial Iluminador Jardín de los Andes que concentra su esencia y le entrega de manera delicada a la piel todo su poder.   

Nuestro rocío facial refresca, calma y reconforta, como un shot de vitaminas para la piel. Mejora al instante la luminosidad y restaura la armonía de las pieles delicadas gracias a su complejo de flores primorosas: Rosa Centifolia, Mirabilis Jalapa, Flor de Loto, Gardenia, Magnolia y Azucena. Es el perfecto antídoto para pieles cansadas y espíritus fatigados. 

En este mes especial, recordémosle a todas las madres su poder interior y su capacidad para florecer, para revelar al mundo su esencia más auténtica, para crecer y amar. Cada mujer tiene un poder único que merece celebrarse. 

Para mamá, todo el poder del Jardín de los Andes

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