A felicidad, ¿cierto? Pasar las navidades en Latinoamérica es una experiencia única e inigualable. Las fiestas en el Sur son cálidas, ruidosas, tropicales y veraniegas. Es el momento de las vacaciones largas, de clausurar el año, de largas reuniones familiares, fiestas y novenas, de reencontrarse con los viejos amigos, de viajar a nuestros orígenes, de cocinar y compartir juntos, de alegría y baile, de luces de colores y de olores capaces de sacar a flote nuestro espíritu más festivo y alegre.
Los olores clásicos de la navidad son pino, manzana y canela, pero si viajamos hacia el sur, país por país, encontrarás que cada fiesta tiene aromas muy propios de su región que se quedan grabados en la memoria de quienes la viven.
En México, por ejemplo, huelen a “ponche de frutas”, una bebida caliente con sabores a guayaba y tejocotes, y especias como canela y clavo. También huelen a tamales calientes envueltos en hojas de maíz, a piñatas de 7 puntas llenas de frutas, cacahuetes y dulces, y a flor de nochebuena –Victoria Sosa– una flor nativa de méxico que se ha vuelto insignia de las navidades tropicales por su llamativo color rojo.
En Venezuela, en cambio, huelen a pan de jamón relleno con aceitunas y pasas, a hojas de plátano de las hallacas, y a los dulces típicos de papaya.
La navidad en algunas regiones del Perú huele a hojas de coca, ya que por tradición familiar después de la medianoche del 24 de diciembre, tras tomar chocolate caliente y hacer el brindis, se realiza la lectura de la hoja de coca para conocer lo que depara el futuro.
En Panamá huelen a flores recién cortadas y a pintura fresca, ya que se acostumbra a pintar las fachadas de la casas con colores llamativos para recibir la navidad y el año nuevo.
Por su lado, en Brasil, la navidad huele a flores y sal marina. Las fiestas de fin de año incluyen las ofrendas a Lemanjá, quien en la cultura afrobrasileña, es la deidad del mar y la maternidad. En Salvador de Bahía existe un ritual bellísimo donde se lanzan flores y pequeños barcos al mar como gesto de respeto y devoción a esta Diosa.
Yéndonos más al sur, en Argentina, la navidad huele al humo de las parrillas mezclado con el perfume de pan dulce, un pan glaseado enriquecido con frutas secas, y a turrones; un postre elaborado con almendras y miel.
El olor de la navidad en Chile es a queque o pan de pascua y a cola de mono, un ponche preparado con canela, clavo, nuez moscada, vainilla, leche, café, azúcar y brandy.
Por último, en Colombia, las fiestas de fin de año huelen a infinidad de aromas, al principio huelen a natilla y buñuelos por nuestras características novenas, a palmas y frutas tropicales por nuestros viajes a tierra caliente, a fósforos y pólvora por nuestro épico día de las velitas y a dulces de vainilla, caramelo y azúcar que arropan las cenas navideñas.
Pero ¿A qué huele la navidad Loto del Svr? El espíritu navideño del svr tiene notas alegres, frescas y cálidas, que evocan el sabor caribeño de la ralladura de Coco y la frescura de estar en medio de un bosque verde y húmedo. Al pasar las horas, olerá a los matices amaderados de la resina natural del Bálsamo de Tolú y a la naturaleza refrescante de la Bergamota. En sus notas de fondo podrás sentir la dulzura cálida del Extracto de ron y el exótico aroma de un jardín tropical de flores de Ylang Ylang; un olor capaz de transportarnos a recuerdos navideños de la infancia. Sin duda, una explosión de Alegría que evoca el aroma cálido y festivo propio de la vida en el trópico.
Nuestra vela Alegría Tropical es una invitación a celebrar juntos el espíritu colorido, cálido y brillante que hace únicas las navidades en el sur. Por eso, cada vez que la enciendas harás un llamado a la alegría, ese superpoder que nos caracteriza y que será tu aliado para atraer todo lo bueno e irradiar las mejores vibras.
Su color dorado rinde homenaje a la luz cálida y alegre del trópico, su caja está inspirada en el tejido montañoso de los andes y en la icónica Palma de Cera, símbolo de fuerza y coraje. Hemos diseñado esta edición especial de la Vela Alegría en dos tamaños: 8 y 22 onzas. Leíste bien, 22 onzas de Alegría Tropical perfectas para acompañar tus grandiosas veladas y reuniones familiares.
Enciende la magia de estas fiestas con esta pieza artesanal de temporada.
A felicidad, ¿cierto? Pasar las navidades en Latinoamérica es una experiencia única e inigualable. Las fiestas en el Sur son cálidas, ruidosas, tropicales y veraniegas. Es el momento de las vacaciones largas, de clausurar el año, de largas reuniones familiares, fiestas y novenas, de reencontrarse con los viejos amigos, de viajar a nuestros orígenes, de cocinar y compartir juntos, de alegría y baile, de luces de colores y de olores capaces de sacar a flote nuestro espíritu más festivo y alegre.
Los olores clásicos de la navidad son pino, manzana y canela, pero si viajamos hacia el sur, país por país, encontrarás que cada fiesta tiene aromas muy propios de su región que se quedan grabados en la memoria de quienes la viven.
En México, por ejemplo, huelen a “ponche de frutas”, una bebida caliente con sabores a guayaba y tejocotes, y especias como canela y clavo. También huelen a tamales calientes envueltos en hojas de maíz, a piñatas de 7 puntas llenas de frutas, cacahuetes y dulces, y a flor de nochebuena –Victoria Sosa– una flor nativa de méxico que se ha vuelto insignia de las navidades tropicales por su llamativo color rojo.
En Venezuela, en cambio, huelen a pan de jamón relleno con aceitunas y pasas, a hojas de plátano de las hallacas, y a los dulces típicos de papaya.
La navidad en algunas regiones del Perú huele a hojas de coca, ya que por tradición familiar después de la medianoche del 24 de diciembre, tras tomar chocolate caliente y hacer el brindis, se realiza la lectura de la hoja de coca para conocer lo que depara el futuro.
En Panamá huelen a flores recién cortadas y a pintura fresca, ya que se acostumbra a pintar las fachadas de la casas con colores llamativos para recibir la navidad y el año nuevo.
Por su lado, en Brasil, la navidad huele a flores y sal marina. Las fiestas de fin de año incluyen las ofrendas a Lemanjá, quien en la cultura afrobrasileña, es la deidad del mar y la maternidad. En Salvador de Bahía existe un ritual bellísimo donde se lanzan flores y pequeños barcos al mar como gesto de respeto y devoción a esta Diosa.
Yéndonos más al sur, en Argentina, la navidad huele al humo de las parrillas mezclado con el perfume de pan dulce, un pan glaseado enriquecido con frutas secas, y a turrones; un postre elaborado con almendras y miel.
El olor de la navidad en Chile es a queque o pan de pascua y a cola de mono, un ponche preparado con canela, clavo, nuez moscada, vainilla, leche, café, azúcar y brandy.
Por último, en Colombia, las fiestas de fin de año huelen a infinidad de aromas, al principio huelen a natilla y buñuelos por nuestras características novenas, a palmas y frutas tropicales por nuestros viajes a tierra caliente, a fósforos y pólvora por nuestro épico día de las velitas y a dulces de vainilla, caramelo y azúcar que arropan las cenas navideñas.
Pero ¿A qué huele la navidad Loto del Svr? El espíritu navideño del svr tiene notas alegres, frescas y cálidas, que evocan el sabor caribeño de la ralladura de Coco y la frescura de estar en medio de un bosque verde y húmedo. Al pasar las horas, olerá a los matices amaderados de la resina natural del Bálsamo de Tolú y a la naturaleza refrescante de la Bergamota. En sus notas de fondo podrás sentir la dulzura cálida del Extracto de ron y el exótico aroma de un jardín tropical de flores de Ylang Ylang; un olor capaz de transportarnos a recuerdos navideños de la infancia. Sin duda, una explosión de Alegría que evoca el aroma cálido y festivo propio de la vida en el trópico.
Nuestra vela Alegría Tropical es una invitación a celebrar juntos el espíritu colorido, cálido y brillante que hace únicas las navidades en el sur. Por eso, cada vez que la enciendas harás un llamado a la alegría, ese superpoder que nos caracteriza y que será tu aliado para atraer todo lo bueno e irradiar las mejores vibras.
Su color dorado rinde homenaje a la luz cálida y alegre del trópico, su caja está inspirada en el tejido montañoso de los andes y en la icónica Palma de Cera, símbolo de fuerza y coraje. Hemos diseñado esta edición especial de la Vela Alegría en dos tamaños: 8 y 22 onzas. Leíste bien, 22 onzas de Alegría Tropical perfectas para acompañar tus grandiosas veladas y reuniones familiares.
Enciende la magia de estas fiestas con esta pieza artesanal de temporada.
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