Fin de año en el sur

Si el continente americano nos sorprende por su riqueza botánica y exuberante belleza, las tradiciones y costumbres populares que se celebran a lo largo de su territorio, parecen pertenecer a la literatura más que a la realidad. 

Cada fin de año en Latinoamérica, llega con simpáticas costumbres para atraer la prosperidad, el amor, la abundancia, viajes o cualquiera que sean los deseos para el año que viene. Desde muñecos elaborados con trapos y ropa vieja, hasta usar ropa interior al revés. Sí, así somos en el sur.

Hagamos un recorrido por nuestro continente americano a través de sus celebraciones, cábalas, agüeros y encuentros decembrinos. 

El amor es uno de los deseos más pedidos, el anhelado romance y la pasión están en la lista del 31 de diciembre en toda Latinoamérica. Para asegurarlo, los chilenos confían en que el primer abrazo de ¡feliz año nuevo!, debe darse a alguien del sexo opuesto, mientras que en México, Perú y Ecuador aseguran que las prendas íntimas que se usen la noche del 31, deben ser color rojo para tener 12 meses de romance. Y el rosado, es el color escogido en Uruguay, Argentina y Brasil para un año amoroso y pasional.     

Para la buena fortuna, en Venezuela se estrena. Sí, el año nuevo se recibe usando ropa nueva y así dejar atrás lo negativo para recibir solo cosas buenas. En Uruguay, lanzar agua a la calle significa limpiar el camino que se recorrerá el año que comienza, también se suele destruir el calendario anterior y lanzarlo por la ventana. 

Los populares muñecos de Añoviejo, se queman en varios países. Ecuador, Colombia, Perú, México, Cuba y Nicaragua, han adoptado esta tradición y con ella ponen fe en que los próximos 12 meses serán mejores que los anteriores. Las figuras representativas de este particular muñeco de trapo son generalmente alusivas a personajes políticos, o a quienes hayan protagonizado acontecimientos poco agradables, por eso con ellos se simboliza “quemar lo malo”. 

La prosperidad llega a Brasil gracias a las ofrendas a Yemanyá, diosa del mar. Vestidos de blanco, lanzan rosas y gladiolos al mar como un ritual para recibir el nuevo año. Los más osados piden suerte sumergiéndose 7 veces en el mar, una vez con cada ola que pasa.  En México, guardan la fe en la suerte del próximo año junto con un billete de dólar guardado en la billetera, y en lugar de un baño de mar, hacen un baño general a toda la casa, para limpiar profundamente y esperar que se llene de cosas buenas. 

Sea cual sea el agüero, en todo nuestro continente abundan las tradiciones de fin de año, esperando, como reza la conocida canción: Año nuevo, vida nueva, más alegres los días serán, año nuevo, vida nueva, con salud y con prosperidad […]  Pero lo cierto es que nuestra más querida tradición es la que reúne a la familia, a los amigos del alma, a los que están lejos y vemos una vez al año, y a los que queremos seguir teniendo el próximo año, todos en medio de una cena, muchas luces, música y amor. Sí, así somos en el sur, entregamos, recibimos, devolvemos, agradecemos y, sobre todo, ¡nos divertimos!

Doce uvas, lentejas en el bolsillo, correr con una maleta, o compartirlos todos en una casa llena ¿cuál es tu ritual de fin de año?    

       

 

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